La mayor parte de las personas ignoran que gatear siendo pequeños es básico para desarrollar correctamente el cerebro, subestimando su importancia en el proceso de crecimiento del niño. El gateo desarrolla la visión, la tactilidad, el habla, el equilibrio, la manualidad, la orientación y la propiocepción además de otras importantes funciones.
Hoy la mayoría de los bebés no gatean lo suficiente. Pasan acelerada y precozmente de la inmovilidad a estar de pie, caminando y corriendo, observándose que cada vez hay más niños que no gatean, siendo en muchos de los casos por madres, abuelas, tías, cuidadoras, etc. personas que en el afán de que los niños “avancen” más rápido en este mundo competitivo, adelantan precozmente la etapa de caminar, impidiéndoles en ocasiones gatear, cogiéndolos de las manos y levantándolos, incluso cuando sus piernas aun no están preparadas para soportar su peso, poniéndolos en andadores de diversos tamaños, sillas especiales, caminadoras y otros medios para así acelerar el proceso de marcha y así poder “competir” con otros niños y acelerar su proceso de aprendizaje. Y esto se trata de un tremendo error que puede causar múltiples de disfunciones importantes cuando estos niños crecen.
Una de las primeras etapas del desarrollo motor consiste en mover los miembros del cuerpo por separado, siendo esto un nivel de organización muy primario al que sigue la fase de arrastre, donde el niño se impulsa con uno o ambos brazos y con una o ambas piernas para desplazarse. Este periodo de arrastre culmina con el arrastre en patrón cruzado (brazo derecho sincronizado con pierna izquierda y viceversa), momento en que comienzan a establecerse las conexiones a través del cuerpo calloso (estructura que posibilita la coordinación entre los dos hemisferios cerebrales) para que así pueda aparecer el gateo.
El gatear desarrolla en el niño la visión, el tacto, el equilibrio, la propiocepción, el movimiento grueso del cuerpo y el movimiento fino o manual, así como la orientación espacial, la discriminación de diversas fuentes acústicas y la futura capacidad de escritura. Integrando los diferentes subsistemas del movimiento, no solo el caminar, sino correr, jugar futbol, jugar vóley, manejar bicicleta, entre otros, por lo tanto el gateo en si desarrolla correctamente las conexiones neuronales futuras de todo tipo entre los dos hemisferios cerebrales, siendo estas conexiones la base del desarrollo de funciones cognitivas, sociales, conductuales y motoras más complejas.
Es así que gatear trae grandes beneficios en el desarrollo del niño, siendo dichos beneficios:
1) EL GATEO CONECTA LOS HEMISFERIOS CEREBRALES Y CREA RUTAS DE INFORMACIÓN
El gatear es una de las bases fundamentales en el desarrollo integral del niño. Creando rutas de información entre los hemisferios cerebrales y facilitando el paso rápido de información de un hemisferio a otro, sirviendo no solo para el sistema motor (grueso y fino) sino también para la maduración de diferentes funciones a nivel cognitivo, social y conductual.
2) DESARROLLA EL PATRÓN CRUZADO
Este es el patrón que hace posible el desplazamiento corporal organizado y en equilibrio. Implica la sincronización entre los brazos y piernas, que facilitan el movimiento, desplazamiento y equilibrio.
Este movimiento comprende el eje de las caderas y los hombros; moviéndose coordinadamente al ir gateando y crea un torsión de la columna que posiciona correctamente y sin sufrir presiones negativas las vertebras y los discos intersticiales, tonificando apropiadamente los músculos que más adelante permitirán al niño mantener la columna erecta cuando este maduro para ponerse de pie.
3) DESARROLLA EL SISTEMA VESTIBULAR Y EL SISTEMA PROPIOCEPTIVO
EL sistema vestibular se encarga de emitir las señales para que el cerebro sepa constantemente en qué posición esta la cabeza y mantenga el equilibrio de todo el cuerpo. Mientras el sistema propioceptivo se encarga de indicarnos la ubicación y posición de cada parte de nuestro cuerpo, así como las órdenes para desplazarse de un lugar a otro. Ambos sistemas coordinados permiten así al niño reconocer su postura, ubicación en la habitación, movimientos corporales y desplazamientos.
4) DESARROLLA LA CONVERGENCIA VISUAL Y POSIBILITA EL ENFOQUE DE LOS OJOS
El gatear le permite al niño la acción coordinada de mirar al suelo y colocar la mano o la rodilla convenientemente, convergiendo y enfocando los dos ojos en un mismo punto a corta distancia, pudiendo de esta manera ejercitar no solo los músculos de brazos y piernas, sino también la visión, estimulando así el desarrollo ocular y reduciendo los problemas de atención visual.
5) DESARROLLA EL SENTIDO DEL TACTO (FINO Y GRUESO)
En el gateo, el niño siente la palma de su mano que está observando, siendo esto fundamental para el desarrollo de diversos movimientos coordinados que le permitirán utilizar ambas manos para coger objetos y utilizarlos de diversas maneras. Por otro lado al desplazarse el niño apoya su peso en manos, muñecas, hombros, caderas, fémures y rodillas, permitiéndole percibir la oposición de la gravedad y aprende a manejarse con ella. Asimismo al entrar en contacto con el suelo experimenta diversas sensaciones (textura, temperatura, dureza, entre otras) permitiéndole así discriminar y redistribuir su peso, equilibrio y movimientos en diversas superficies.
6) LE AYUDA A MEDIR EL MUNDO QUE LE RODEA Y EL NIÑO SE ADAPTA AL MEDIO
Le ayuda a medir el mundo que le rodea y su adaptación al medio, al establecer la medida entre la mano, los ojos, el suelo, las diversas superficies, el niño mide el mundo que lo rodea y comienza a adaptarse al entorno, esto se da porque al desplazarse lo mide constantemente y va organizando a nivel de pensamiento el espacio donde se desplaza y a donde se dirige.
7) AYUDA A ESTABLECER LA FUTURA LATERALIZACIÓN
Durante el gateo el niño comienza los primeros proceso corticales de lateralización, desarrollando uno de los hemisferios que se convierte en dominante y el otro en servidor para no tener que operar ambos a la vez, favoreciendo así un nivel superior de organización (tanto perceptual como manipulativa) realizando conexiones entre los hemisferios que permiten realizar más rápidamente funciones más complejas que requieren de ambos hemisferios y de áreas del cerebro no simétricas y diferenciadas.
8) AYUDA A PODER ESCRIBIR EN EL FUTURO
En el proceso del gateo el niño va desarrollando la coordinación del cerebro ojo-mano, estableciendo el ritmo y la distancia del uso de las manos, distancia similar a la que mas adelante utilizara el niño para leer y escribir, asimismo desarrolla los músculos implicados en la escritura, así como la postura corporal, lo cual favorece decisivamente la aparición temprana de la lecto-escritura con los beneficios adicionales que ello conlleva pedagógicamente.
ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA PROMOVER EL GATEO EN LOS NIÑOS