Al abrazar, se libera la hormona llamada Oxitocina, la cual favorece la sensación de placer y las relaciones emocionales.
Sin embargo el abrazo produce estas sensaciones cuando se realiza de manera voluntaria y hacia una persona que uno aprecie, generando resultados opuestos al abrazar de forma obligada o a una persona que no nos agrade
Asimismo en diversos estudios referentes a los abrazaos, se concluye que se debe dar un mínimo de 6 abrazos al día a las personas que estimamos. Repercutiendo esta acción en bienestar emocional y físico.
Un abrazo nos permite comunicarnos o “conversar” con otro, y también con nuestras emociones internas. El contacto positivo y permitido, es algo que debemos estimular en nuestras vidas por medio de la interacción con otras personas.
El abrazo, es la primera manifestación de afecto que todos los seres humanos sentimos. Al nacer, somos acariciados y amamantados en los brazos de nuestra madre, por medio de un abrazo.
Entonces, al producirse este contacto desde recién nacidos, el abrazo es un acto que queda guardado en nuestro subconsciente como una demostración de afecto, cariño y protección.
Nosotros aprendemos a hablar, a caminar, a amar, y también a tocar desde que nacemos, desde el abrazo de una madre al amamantar, hasta los abrazos afectuosos del día a día con nuestras personas queridas (hijos, primos, esposas, hermanos, padres, etc.) Hay que poner todo ello en práctica porque realmente lo necesitamos cada día.